La Policía desbarató una red de explotación sexual de menores de
edad que operaba en forma clandestina en bares de Mala, gracias a la
valiente confesión de una niña de 14 años que escapó de sus captores.
Según un reportaje de ‘Punto Final’, “Fernanda” contó que era
obligada a tener relaciones sexuales por 60 soles con los parroquianos
que llegaban al lugar para dar rienda suelta a sus bajos instintos.
Contó que ella buscaba trabajo en Huaycán, donde vive con su madre, y
llegó hasta una agencia de empleos dirigida por José Luis Fernando
Ruiz, quien le dijo que había un puesto de trabajo en Mala y que le
pagarían 800 soles mensuales.
Asimismo, dijo que arribó a dicha ciudad junto con una amiga y que fue
recibida por Sonia Pérez, quien le dio comida y una cálida bienvenida.
“Era buena gente, pero luego cambio y nos dio un par de jeans y polos
descotados”, indicó.
La adolescente manifestó que fueron llevadas a unos cuartos pequeños
donde permanecían todo el día, y que les prohibían realizar llamadas a
sus familiares. “Estábamos como secuestradas”, dijo.
Luego indicó que ganaban 5 soles por cada jarra de cerveza que compraba
el cliente, y añadió que solo podían irse del lugar, si pagan lo
invertido por sus proxenetas, es decir, comida, ropa y cuarto.
“Fernanda” contó que pudo escapar cuando la seguridad que la vigilaba
se distrajo con otra chica que cuidaba. “Se distrajo y corrí. Tomé el
primer bus que salía para Lima”, confesó.
Tras el testimonio valiente de la joven, las autoridades policiales
capturó a Sonia Pérez, proxeneta de las menores de edad, a su esposo,
Guido Concha Concha y a Ruiz, quien reclutaba las niñas en Lima.
Desde nuestro humilde foro exigimos alas
autoridades pertinentes se agudicen las sanciones para estos
criminales, con pena de muerte!